martes, 14 de enero de 2014

Por que bailo siempre con la muerte






Porque bailo siempre con la muerte
Porque cuando la soledad quiere bailar conmigo trato de evitarlo como sea.

Y hoy y no quiero seguir moviéndome
No me quiero mover
No quiero mas de esto

Llevo mucho años en esto, y me siento un poco desamparada
Yo soy de las estúpidas que creyó en las princesas felices
Yo soy de las tontas que jamás serán amadas

No quiero ser infeliz por siempre
Pronto saldré al mundo a buscar la forma de evitarlo

Si tu estás ahí y sabes de mi existencia, por favor abrázame
Abrázame fuerte, por que lo necesito
Ya estoy cansada de deambular como un fantasma
Si tú estás ahí y me ves, por favor abrázame
Abrázame fuerte por que lo necesito

Llevo muchos años en esto, y me siento un poco desamparada
Yo soy de las estúpidas que creyó en las princesas felices
Yo soy de las tontas que jamás serán amadas

Si tu estás ahí y sabes de mi existencia, por favor abrázame
Abrázame fuerte, por que lo necesito



lunes, 16 de diciembre de 2013

Mi vida Después de su muerte...

Mi vida después de su muerte ha sido demasiado larga y torpe.

Creo que lo lloré fácilmente unos tres meses, noche a noche, sin parar, un llanto prolongado y quejoso, pesadillas de encuentros sexuales frustrados, pesadillas de caminar y no encontrarlo, pesadillas de sentirlo y saber que está ahí y no poder verlo.

Lo admito, los primeros tres meses fueron horribles.

Después, ya casi como producto de mi mala digestión de su muerte, se vino la lista interminable de chicos cero aporte y malas juntas.

Me volví Punk. Y como tal buscaba todo el día fascistas (la excusa) para tener a quien golpear.

Estuve en la cárcel un buen par de veces. tanto que a veces pensaba que este sería mi hogar definitivo, sentía que no tenía futuro (de hecho, aún a veces pienso que aun no lo tengo, jaja)

Me volví vocalista de varias bandas Punk, buena excusa para ofender a cuanta persona se me cruzara por delante.

Odié el mundo con tantas ganas, que a veces todo el odio lo vaciaba a quienes tenía mas cerca. Seguramente muchas de esas personas me querían, pero en esa época yo no lo pude ver.

Y sobre los chicos, tal y como ya lo he descrito, me dedique a buscar acompañantes que a mi parecer no fuesen ni un aporte: borrachos, niños muy menores, estúpidos de nacimiento, mujeriegos, cafiches, aprovechadores, enfermos con psicopatías, celo patas, etc. En fin, hombres incapaces de sentir amor e incapaces de ofrecerme un proyecto de vida responsable.

Como parte de una medida compensatoria decidí refugiarme en mi estudios, terminar mi universidad, entrenar todos los días y cantar.

Y así fue como me la he pasado, cerca de 14 años sin nada de planes ni con la intención de tenerlos...

Un día, ya cansada, decidí hacer un fuerte filtro sobre todos aquellos que están en mi vida pasajeramente...
Y, tras haber abandonado mi ultima banda y el ultimo noviecito toxico de mi vida, ya un poco cansada, el recuento final vino a soltar los tristes datos de que en mi vida solo tengo un buen amigo, un perro (el cual ya no vive conmigo por que se la pasaba solo en mi departamento), y  mucha  gente a la cual le tengo "un cariño especial" en una escuela de Kung Fu.

Y con eso decidí quedarme contenta viviendo mi vida, de una forma un poco mas tranquila. La verdad ya no estoy para dramas de tele-serie, y eso ya se está comenzando a notar.

Hoy en día mi vida se va entre lindos zapatos y vestidos, paseando por plazas y lindos cafés, disfrutando la vida, las obras de teatro y los libros.

Disfrutando la vida maravillosa (por que hay cosas lindas que recién estoy volviendo a disfrutar) Y esperando la muerte, para poder volver a ver a mi hermoso novio muerto.

Los días pasan rápido y a veces lo veo entrar diciendo que al final ha llegado el momento, que me viene a buscar...

Y me siento ansiosa al pensar en eso.

viernes, 13 de diciembre de 2013

El día más feliz de mi vida…


Llevaba un año estudiando en la universidad, con la costumbre de revisar tres veces por semana mi correo electrónico para ver si es que Marcelo me había escrito.
El estaba en el Sur estudiando, me contaba sobre lo mal que le iba siempre en sus estudios y las ganas que tenía de verme siempre. Yo lo extrañaba mucho, sin embargo, a diferencia de él, yo solía refugiarme en mis estudios de la Universidad para apalear un poco la nostalgia de no estar con él.
Fines de semana largos solía ir a verlo, yo viajaba a su ciudad y pagaba una habitación de hostal barata, principalmente porque no me gustaba su familia, y, por lo tanto, no tenía ganas de compartir con ellos (era mutuo, yo tampoco le agradaba ni a su madre ni a su hermana, por tal motivo  no quería que se supiera que nuestra relación seguía en pie).
Nos reuníamos en una hermosa plaza con mucha vegetación, el aire limpio, me aclaraba las ideas sobre futuro, con él todo estaba trazado: terminaríamos nuestra universidad, arrendaríamos una hermosa casa en Concepción y allí terminaríamos nuestros días, el sería un connotado artista y yo una Bibliotecaria que seguramente se dedicaría a atender en  una biblioteca Pública, y solo tendríamos un hijo con el que disfrutaríamos de paseos interminables por lagos, bosques y mares. Y si el destino llevaba a ser más generoso con nosotros, terminaríamos becados con alguna clase de post-título en alguna Universidad de Europa, siempre soñábamos con París.

 Todo estaba planeado, la verdad no me importaba se una esposa joven, porque ya tenía absolutamente claro que después de Marcelo no volvería a haber un amor tan intenso y tan sincero, con él se cerraba mi búsqueda (que por lo cierto en esa época había sido muy corta y simple) Yo sabía que no volverían a haber hombres más importantes que él en mi vida, por eso ya estaba todo planeado y decidido.

Una  Semana Santa quedamos en juntarnos en Valdivia, disfrutamos juntos del Lago y su parque universitario gigante,  pedimos un deseo en el lago lanzando una moneda y nos prometimos que de la universidad no pasaríamos para decidirnos a estar juntos de una buena vez por todas.
Marcelo era un hombre de pelo negro azulado, y unos ojos negros muy profundos, una tez blanca maravillosa que muchas veces en invierno simulaba ser de porcelana.  Un perfil de nariz respingada y mentón redondo. Era un hombre oscuro y hermoso, la extraña combinación anacrónica de su piel blanca con sus ojos profundamente negros causaba en mí un amor intenso que bordeaba el miedo. El miedo que uno a veces manifiesta a lo siniestro, a aquellas cosas que uno  no conoce, pero que de cierta forma te atraen porque te excitan mucho.

Esa tarde en ese lago Marcelo me hablo de su plan para encontrarnos en los años de Universidad que nos quedaban, en su plan de escape. Me pregunto si me gustaba la casa que había arrendado para que estuviésemos juntos –yo le dije que sí – y se quedo tranquilo, comentando que esa era su intensión. Tener una casa grande para vivir juntos. De pronto se quedo un momento en silencio, titubeaba un poco, porque seguramente buscaba la forma de preguntármelo: “Catalina, ¿tu quieres casarte conmigo?, no tengo un anillo ahora porque no tengo la plata para comprarlo, ahora solo quiero que sepas que quiero casarme contigo, ¿tu quieres casarte conmigo?

Yo lo abracé, y le dije que si.





Ese fue el día más feliz de mi vida, creo que llovió, pero el agua no me mojó como todo el mundo se suele mojar. Caminando de vuelta a la casa arrendada reímos mucho y jugamos.  Al llegar a la tarde jugamos a secarnos e hicimos el amor...

Y ese fue el día más feliz de mi vida.

Puedo dar fe de que la vida ha sido bella para mí, cuando recuerdo puedo asegurar que conozco la felicidad, y estoy inmensamente agradecida con él por eso.

Aún cuando recuerdo todo lo que viví con él me pregunto si en algún momento de mi vida volveré a vivir algo similar, si en algún momento de mi vida volveré a sentir por parte de un hombre tanto amor...




viernes, 1 de noviembre de 2013

Volviendo atrás, a lo que oían mis hermanas mayores junto a mis padres...



Por dar con un antiguo tema di con mi infancia débil y llorona. Alguna vez vi una película de dos amantes, con el riesgo a perderse mutuamente por culpa de la muerte, mientras Jim Croce cantaba sobre sus deseos de aprisionar el tiempo en una botella. Ua canción que no escuchaba desde que tenía aproximadamente 6-7 años. Años en que soñaba con maravillas como el amor correspondido.

Mundo de utopías Hippies, que solían ser vendidas en los 70´s y 80's como algo posible. Me hacen doler la cabeza de pensarlo. Mi tiempo de ser feliz ya fue, y yo no supe atesorarlos en una botella, ni siquiera para poderlos recordar en un futuro lejano. Sin embargo, aun sueño con aquellos amores que luchan por felicidad, aun poseo la ilusión de algún día poder encontrarlo. Aunque me pase toda una vida buscándolo. Y eso me hace sentir mejor, siempre que caigo un poco. En fin, al parecer nunca dejare de ser una tonta ilusa...







martes, 28 de junio de 2011

Pesar de la muerta andante

Hoy no quiero escribir, por que siento que ya no quiero vivir, así medio viva medio muerta, tengo el corazón destruido y levanto una mano de ayuda por que de verdad, quiero irme de este mundo de mierda.

Me siento sola, y ya no me queda nada que perder.

Por favor ayúdenme, por favor que alguien me ayude.

Que alguien me ayude, por favor.


jueves, 23 de septiembre de 2010

BIENVENIDA SOLEDAD!

Sentirme sola ya no es novedad, la verdad, es algo que estaba esperando. Eso no significa que me guste estar sola, si embargo, a mal acompañada “es lo que hay” suelen decir.

Tengo un perro, un pobre perro que si hablara yo estaría muy mal parada, testigo de mis estupideces y decisiones abruptas, de las cuales no me he arrepentido en todo caso.

Es a este perro a quien llego a abrazar cuando llego del trabajo, a quien paseo cuando quiero justificar una salida de mi departamento, en fin, a quien yo quiero de forma recíproca.

Hoy me siento mas sola que lo normal, es por eso que a veces escribo para desahogarme en mi mar de silencio, ahora he aprendido que la soledad es lo que merezco por el momento, soledad pausada entre amigos y amigos, pero soledad al fin y al cabo, a la cual debo desmitificar para convertir en mi amiga, por que sin lugar a dudas pasare mucho tiempo así.

"Si uno se acostumbra, puede llegar a sentir la soledad como una gran aliada y sus momentos pueden llegar a ser todo un privilegio…"

Es lo que solía decirme un gran amigo escritor que hace poco murió de viejo...


...Es hora de comenzar a acostumbrarme.

martes, 22 de septiembre de 2009

CARTA ABIERTA A QUIÉN JAMÁS LA LEERÁ (Marcelo: parte I)

Parte 1, despues de la negación ya lo he aceptado....


Te escribo y publico esta carta por que se que nunca la leerás, y por que a estas alturas ya me da lo mismo que todo el mundo sepa lo humillada que me siento, te escribo también por que soy una cobarde que jamás se atrevió a acercarse de nuevo a ti, y que tuvo que esperar a un acontecimiento terrible como tu muerte para escribirte esta carta abierta.

Te escribo por que no puedo ser más cobarde. Y para decirte un par de cosas que sé que nunca las sabrás.

Te amo, aún lo hago, aún pienso en ti como si aún estuvieses conmigo, y no he vuelto a amar a nadie de forma similar, te he buscando en todas partes y de ti solo he encontrado ciertos rasgos aislados en distintas personas, y quisiera que sepas que el día e que nos separamos por culpa de mi estupidez fue el día en que más llore en mi vida, por que sabia que no volvería a encontrar a nadie como tu.

Han pasado muchos años, más de siete o yo que sé (ya todo pasa sin importancia, perdí la cuenta) y todo sigue igual. Y yo no he vuelto a amar a nadie más que tu.

Me siento muy mal por todo esto, por que tengo la seguridad de que nunca lo sabrás, te quiero ir a ver. Se en donde descansas y solo quiero volverte a ver, no me interesa en que estado estés, solo volverte a tocar una vez me dejaría más que feliz.

Lo siento, tenia que escribir esto, suena desviado pero no puedo evitar pensar en esto, día que pasa que mi tristeza aumenta y ya tengo por seguro de que no me volveré a enamorar de nadie como alguna vez me enamore de ti, siento que sobro en este mundo, y lo peor es que se que cuando muera a ti no te importará pasar por mi, todo por mi culpa, por mi estupidez.

Por que yo jamás te importe, bueno, eso no es terrible, no tanto como otras cosas, no tanto como tu muerte. Y ahí te estas pudriendo y aun cuando pienso en ti aun se me pone la piel erizada, lo juro, soy capaz de ir por ti, solo para volver a tocarte, a ver si despiertas, solo una vez mas, decirte todo lo que pienso ¡y listo!, y se acaba el suplicio, ¿o no?, ¿o si mi amor aumenta?, ja ja, que te importa a ti, los muertos nada saben de amor ¿no?

Estoy muy enojada, pero no contigo, si no que conmigo, por que no me atrevo a hacer las cosas, llevo años con mi pecho solo, y la soledad mezclada ahora con tu muerte me esta comenzando a pesar. Día que pasa que mi pecho esta más oprimido y esto ya no me da ganas ni siquiera de levantarme para vivir otro día, y soy tan, pero tan cobarde, que ni siquiera soy capaz de pensar en suicidio, me da terror el dolor, definitivamente estoy desperdiciando oxigeno en este planeta y eso es lo mas terrible.

Quiero ser la muerte, o por ultimo tener una relación con ella, que me acerque a ti, que me haga recordar lo estúpida que fui al perderte y tras un reto me diga como volverte a recuperar.

Me siento sola mi amor, te extraño tanto. Soy capaz de ir por ti.

Y esto es verdad, es la pura y santa verdad. Me siento muy sola,

¿Quién te lo puede hacer saber?


(Estas cronicas serán dedicadas a ti, a ver si escribiendo te puedo algún día olvidar, quiero que el maximo e gente posible lo sepa, cosa que cuando llegue el momento de partir de alguien que leyo mis cronicas cuando lo vea le cuente sobre el peso que siento al no estar con el...)